martes, 1 de marzo de 2011

Enfoscado Tirolesa.

Creo que tengo ganas de escribir


     Podría recordar como dominaba mi padre su oficio de la construcción, como manejaba las herramientas necesarias  para cada trabajo. Tenía  una solución para cada problema. Bien por falta de materiales  adecuados, o bien por las dificultades del  espacio de trabajo… Como cuando hubo que enfoscar la fachada de la casa del pueblo.  Parece simple pero no lo es, primero solucionó el problema del espacio construyendo un andamio desde el que alcanzar toda la superficie de la fachada, ¡pero es que lo hizo con palos y tablones que tenia por allí! Muy bien afianzado, sin fallo en la seguridad, luego una preparación de la superficie colocando un entramado de alambre que podría haberlo firmado la araña más hacendosa del mundo, después procedió a la preparación  de la masa de mortero.
     Ahora podría compararlo con los cocineros famosos que vemos por televisión, de la misma forma que ellos  elijen los ingredientes y medidas, mi padre preparaba la mezcla, tres por una, es decir tres medidas de arena por una de cemento con un  poco mas de propina, luego añadía gravilla menuda (aquí no recuerdo la proporción porque la aplicaba a ojo) y agua, para conseguir una pasta muy compacta que permanecerá sujeta a la pared protegiéndola por los siglos de los siglos, pero para que eso sea así, hay que aplicarla bien sobre la fachada y eso lo hacia con una habilidad que ya quisieran para si alguno de los chefs de la tele, mi padre cargaba la paleta y con un movimiento de muñeca firme, rápido y seco, lanzaba  la mezcla contra la pared quedando esta vestida con un abrigo de cemento, alambre y piedra.
       Alguna vez lo he intentado con poco éxito, él insistía en que aprendiera a lanzarla,  pero yo  no lo conseguía. Al final  recogíamos mas pasta del suelo que de la que quedaba en la pared, pero aparte del fracaso en  esta técnica aprendí mucho de él, y es que era mejor albañil que padre. No es que fuera mal padre, pero su trabajo era casi lo mas importante para el, las demás cuestiones familiares las dejaba en manos de mi madre que hacía lo que podía, pero bueno, de ella ya hablaré mas adelante.

ENFOSCADO TIROLESA (al estilo Lorenzo)
Ingredientes:
Arena de río.
Cemento.
Gravilla fina o garbancillo.
Agua.
Clavos.
Alambre.
Mucha entrega
Las cantidades dependerán siempre de las medidas de la fachada a enfoscar, pero sin olvidar el 3x1, tres de arena por una de cemento bien generosa, la gravilla así como los clavos y el alambre tendrán que fiarse de su propia intuición, pero si
ponen el 40% de la entrega que ponía mi padre, su fachada se lo agradecerá para siempre, y si ponen el 60% restante a la atención de su familia ella también.  

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