CEPA VILLAVERDE.
Juan josé García Alcañiz
CONCURSO FUCI 2012: ECONOMÍA DOMÉSTICA
(ESTE AÑO NO ME HAN PREMIADO)
(ESTE AÑO NO ME HAN PREMIADO)
AHORRA O NUNCA
Yo no sabía que la economía se podía domesticar y ahora
resulta que hasta hay cursos de economía doméstica. Bastante me costó “domesticar” a mi mujer que se gastaba en el
bingo hasta lo que no teníamos. Esa lección sí que la aprendí sin necesidad de
ningún curso, no hay economía doméstica, ni industrial, que aguante la
ludopatía. En el temario de mi curso viene ese tema, creo que ese día haré
novillos, aunque bien mirado con la pasta que me ha costado no debería perderme
ni un minuto. Ah porque no os lo había dicho, pero me he apuntado a uno de esos
cursos de domesticar la economía.Me cuesta 200 € en dos semanas cuatro horas
cada semana. Sale a 25 € la hora, pero yo creo que he hecho una buena
inversión, ya desde el principio aprendes algo “esencial”: no gastes más de lo
que ganes. ¿A que parece fácil? Ya lo decía mi padre con otras palabras “no te
metas en la boca más de lo que puedas tragar” y nunca me cobró por ello… Pero
bueno lo cierto es que me he apuntado al curso en cuestión.
DÍA 1º
Hoy hemos empezado con las presentaciones y poco más. Nos han
dicho que hay que ponderar los ingresos anuales y prorratearlos por meses, con
vistas a una buena previsión de gastos/ingresos… Pues bueno, vale, si eso ya me
lo hace el jefe y además yo no sé lo que voy a ganar en un año por adelantado,
¿No os lo había dicho? trabajo en un bingo. Vale sí, ahí conocí a mi mujer.
Nadie es perfecto.
Esto no he tenido más que salir a la calle para comprobarlo…
Cómo voy a prevenir yo el multazo que me han colocado… Y con razón, porque con
las prisas y el camión que tenía delante, no he visto la señal de carga y
descarga. 90 € la bromita. Hoy que libraba y pensaba salir a tomarme una
copa... Mira tú por dónde me lo he ahorrado y también me he podido ahorrar otra
multa por alcoholemia. Mañana me saco el abono transportes, lo que me voy a
ahorrar en gasolina, y en multas.
2º DÍA:
Hoy hemos hablado de los bancos: Dónde conseguir mejores
réditos, más ventajas por la domiciliación de la nómina, ofertas de productos
financieros, tarjetas de crédito /débito con las mejores condiciones,
comisiones de servicios más baratas, banca por Internet…
Yo nunca había reparado en esas cosas, daba por hecho que
tenía que ser así y punto, que todas las entidades financieras (esto también lo
he aprendido hoy, yo siempre las he llamado bancos o cajas) cobraban igual por
sus servicios y resulta que hay diferencias sustanciales directamente
proporcionales a: los ingresos que hagas, los productos que contrates, los
recibos que domicilies… Pero que no nos dejemos embaucar por los regalos en
especie. No hace falta que os diga que me quedé pasmado cuando oí esto, nunca
había visto un banco regalando orégano, pero
enseguida lo comprendí. Los regalos en especie no son realmente regalos pues
son un adelanto a cuenta de los intereses y que en algunos casos llevan un
compromiso de permanencia del que no somos completamente informados, muy
parecido a lo que pasa con la telefonía móvil. Y tienes que cotizar por ellos
en hacienda, otra cosa igual, ya me veía haciendo la declaración: Ingresos
15000 € y un juego de sartenes antiadherentes. Pero no, eso lo hace el banco
directamente con la agencia tributaria.
Mañana mismo, me digo en clase, empiezo a buscar el banco o
entidad financiera que más me interese, también tengo que aprender algo de
informática, eso de Internet sí que me ha parecido “internetsante”.
Y dicho y hecho, me visto de domingo (sin chándal) con el
único traje que tengo y la corbata que me regalaron el día del padre (eso sí
que es economía doméstica) un último vistazo en el espejo me revela que así
vestido y arreglado no estoy tan mal… Solo me falta besarme antes de salir de casa
con un solo pensamiento en la cabeza: A ver si el director del banco es una
directora.
Sí. Es una directora. Negociamos duramente. Empieza
ofreciéndome una novedosa tarjeta revolving que rechazo de plano gracias a la
información que me han dado en clase y al final la saco un seguro multirriesgo
del hogar, otro dental y uno de vida a muy buen precio, otro día vuelvo y le
aprieto las clavijas para el seguro del coche.
3º DÍA
Hoy salgo muy contento de la clase. Hemos aprendido cómo
además de ahorrar podemos contribuir a la conservación del medio ambiente. Por
ejemplo con la luz, hay que reemplazar las bombillas incandescentes por
modernas lámparas de bajo consumo, hay bombillas de 8w que rinden como las de 100. También podemos
ahorrar en el consumo de agua y electricidad, usando electrodomésticos con
etiqueta energética A, que es la más ahorradora de las siete posibles. Sí, es
la más cara en el momento de compra, pero se amortiza durante su vida útil, es
interesante y además yo no he tenido nunca una lavadora de etiqueta.
Una forma práctica de consumir menos agua, aparte de ducharse
en vez de bañarse, es introducir una botella grande llena de agua en la
cisterna del retrete, si la capacidad de la botella es de dos litros, eso es lo
que ahorraremos en cada descarga. Yo ya lo he hecho.
Reciclar todo tipo de material reciclable es una manera de
ahorro global, no nos va a dar un beneficio individual e inmediato pero si lo
dará a medio/largo plazo, tiene el inconveniente del engorro de separación y
almacenado en la vivienda, pero si tenemos voluntad de contribuir a la causa no
será un problema. Más espacio nos ocupan todas esas cosas que guardamos por si
acaso o que nos da pena tirar aunque no sirvan para nada y que terminamos tirando para hacer sitio a
otras cosas inútiles. Bien es cierto que alguna vez nos han evitado hacer una
compra innecesaria.
4º DÍA
Hoy la clase ha sido sobre lo necesario de evitar las compras
compulsivas. Esto yo creo que es cosa de psiquiatría, incluso hay personas que
las hacen como terapia contra la depresión. No nos han dicho qué sale más caro,
la compra o la sesión en el diván.
Yo como no me puedo permitir ninguna de las dos me atengo a
la lección: hacer la lista de la compra antes de salir de casa, llevar en
metálico la cantidad de dinero que estimemos gastar y comprobar si en las
ofertas que nos ofrecen hay un ahorro real. Hay gente que tiene tiempo y
paciencia para ir a comprar el producto más barato en cada hiper, yo no llego a
tanto, pero sí tomo nota de no caer en la tentación de comprar algo de todas
esas cosas que hay en las cajas que te gritan “cómprame, cómprame” mientras
haces la consabida cola para pagar.
5º DÍA
Internet, es como una palabra mágica. Bueno para mí resulta
todo un descubrimiento, no solo en relación con las compras, también con el
ahorro de tiempo en tramitaciones y en la búsqueda de información, lo cual en
definitiva supone un beneficio.
Empecemos por el principio, (como dijo Arquímedes),
seleccionando la compañía telefónica que nos proporcione el ADSL. El criterio
de búsqueda será: El precio, el servicio, las prestaciones y la mejor oferta
del momento. Que nunca suscribiremos sin haber leído la letra pequeña que nos
puede comprometer a cosas no deseadas sin saberlo.
El compromiso de permanencia
es ineludible, pero una vez vencido no tenemos por qué mantener ninguna
fidelidad.
Ya tenemos nuestro ADSL (la droga que sustituyó al LSD) ahora
vamos de compras. Podemos buscar sitios de venta outlet, donde encontraremos
ofertas de casi todo lo vendible, buenos precios y todo tipo de marcas. También
tenemos la posibilidad de hacer la compra en nuestro híper sin salir de casa.
En cualquier caso siempre hay que tener en cuenta los gastos de envío y las
condiciones en caso de devolución.
Debemos tener un ordenador dotado de un buen antivirus, pues
la seguridad en Internet es vital y nunca debemos operar ni poner datos propios
en páginas que no se declaren seguras e ir variando las contraseñas.
6º DÍA
Bricolaje.
Las cosas se rompen, se deterioran y muchas veces nos pillan
por sorpresa. Una persiana nueva no estaba en el presupuesto, pero si la
reparamos nosotros mismos nos ahorraremos el coste de llamar a un operario. No
se trata de convertirnos en carpinteros, fontaneros o electricistas, pero
nuestro vecino “el manitas” esa parte del presupuesto la tiene cubierta.
La botella que metí en la cisterna me ha formado un
estropicio, se vació y obstruyó la boya y el rebosadero, inundó mi casa y la
del vecino de abajo. Esto no hay manitas que lo arregle, suerte que suscribí un
seguro cuando fui al banco. He sustituido la botella de plástico por unas
piedras de pedernal, ahora puedo seguir ahorrando agua sin riesgo.
7º DÍA
Marketing y Publicidad.
Marketing. En castellano mercadotecnia. Conjunto de
principios y prácticas que buscan el aumento del comercio, especialmente de la
demanda.
Publicidad es una forma de comunicación comercial que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio a través de los medios de comunicación.
Publicidad es una forma de comunicación comercial que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio a través de los medios de comunicación.
No tenemos por qué saber de estas cosas para confeccionar
nuestro presupuesto, pero sí para defendernos de su acoso, porque estas dos
“ciencias “están destinadas, algunas veces de forma torticera, a crearnos una
necesidad que no tenemos y hay que reconocer que hacen muy bien su trabajo.
Tampoco vamos a responsabilizarles al 100% de nuestros desajustes presupuestarios.
Nosotros ponemos mucho de nuestra parte. Somos parte del sistema consumista
queramos o no. Que dejen de vernos solo como consumidores y contribuyentes,
únicamente depende de nosotros mismos. Vivir es consumir, pero como dicen en
los anuncios de bebidas alcohólicas, consume responsablemente.
8 DÍA
Último día, día de repaso, resumen y conclusiones. Ahí va la
mía.
Como seres humanos somos ambiciosos por naturaleza, también
somos envidiosos, la envidia les hace gran parte del trabajo al marketing y la
publicidad, nos es muy difícil admitir que nuestro compañero de trabajo tiene
un coche mejor que el nuestro, que la tele del vecino tiene más pulgadas que la
nuestra.
¿Y la envidia? ¿En qué parte del presupuesto ponemos
la envidia? ¿Cómo la cuantificamos?
Ahorrar es costoso. Derrochar sale muy caro.
Cómo bien me decía mi padre, sin ningún curso de economía
doméstica: “Más vale cerdito hucha que lámpara de Aladino”.